Una postal de Navidad para los niños «muy mayores»
Da igual la edad que tengamos, todos llevamos un niño dentro: el niño que fuimos alguna vez, nacido cada uno con la mayor de las esperanzas, acogido con gran cariño ahí donde aparecimos por las personas que nos precedían. El caso es que os vamos a contar cómo, por Navidad, hemos querido encontrarnos pequeños, mayores y muy mayores.
Los que hoy son pequeños, nuestros alumnos de Infantil, subieron a visitar a los mayores, nuestros alumnos de 4º ESO y 1º Bachillerato. Subieron, porque necesitaban ayuda: aún no saben escribir, tampoco leer, a algunos les cuesta manejarse con las tijeras. Pero pintan muy, muy bien.
Los mayores los recibieron con sorpresa y alegría, cuando se los encontraron en sus pupitres. No hace falta decirlo dos veces: no es que no quisieran dar clase, pero no les cuesta nada romper con la rutina. El caso es que nadie se quejó de la visita. Muy atentos los unos a los otros, los mayores se afanaron en ayudar a los pequeños. Los alumnos de Infantil querían preparar una postal de Navidad para felicitar la llegada de otro Niño: el Niño Jesús, que ya llega.
Recorta aquí. Pega allá. Podemos escribir esto. Mejor con color rojo. Mira, se escribe así. Ahora haz una estrella ahí.
Quedaron unas postales pues, muy chulas, la verdad.
¿Y quiénes eran los destinatarios de esas postales? Un día después, nuestros alumnos de 3º Infantil -los «mayores» de los pequeños- acompañados de 10 alumnos mayores de Bachillerato, hicieron una visita a los «muy mayores»: los ancianos de las Hermanitas. Estas personas viven acogidas en el asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que se encuentra ubicado en el barrio de Morvedre, cerca del Pont de Fusta. El olor sabroso a caldo casero impregnaba todo el centro e invitaba a quedarse a comer con ellos. Un pequeño y un mayor fueron entregando a cada muy-mayor una de las postales y, sala a sala, a coro fueron cantándoles villancicos. A juzgar por las sonrisas que de estas personas recibían nuestros alumnos creemos que les gustaron. Con el resto de las postales se dejó decorada la sala.
Tras la actividad conjunta del curso pasado en la que escribimos una carta a los Reyes Magos, este año hemos querido darle un sentido más humano y solidario acompañando a personas que en estos días de encuentro se puedan sentir un poco más desamparadas.
Lo cierto es que nos llamó la atención lo solos que estaban y eso es realmente triste. Nuestros alumnos se hicieron conscientes, cada uno a su manera. Rezaremos por ellos y volveremos de nuevo. ¡Cuánto tenemos que aprender a mirar a esos ancianos como los niños que un día fueron! Como tú, como nosotros. ¡Cuánto tenemos que aprender a valorarles! Pobres nosotros si no cambiamos nuestra mirada. Si con nuestra presencia les hemos podido acompañar y ahora lo estamos contando, y tú lo estás leyendo, no habrá sido en balde.
Acuérdate de ellos en Navidad. Ese Niño viene para todos.
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