Espera y esperanza suelo decir a las familias que se acercan al colegio con la intención de que sus hijos puedan tener una plaza en él. La espera es inevitable y la esperanza lo último que se pierde cada año, porque cada año pueden variar los baremos de las puntuaciones en función de la demanda y las circunstancias personales de cada familia. Con incertidumbre y angustia es como lo viven hasta el final. La espera está a punto de concluir cuando el día 4 comiencen a publicarse las listas provisionales. La esperanza este año se ha visto aumentada por la posibilidad abierta con la legislación sobre medidas urgentes para la racionalización del gasto público.
Aunque este es un centro en el que se ha tendido a ampliar la ratio en algunos niveles de una manera racional y con intención de atender al mayor número de familias solicitantes, manifestamos nuestra discrepancia con la aplicación de esta normativa por sistema (ley) y en todos los niveles, sin respetar adecuadamente la atención a los alumnos con NEE.
Alguien en la Administración dijo hace unos días “no estamos hablando de calidad educativa, sino de racionalización del gasto”. El colegio sí habla de calidad e intentará hacer lo que siempre ha hecho: darla al máximo con los medios e instrumentos de que dispone, a costa de un esfuerzo adicional por parte de toda la comunidad educativa. Podremos discrepar en las formas e instrumentos que el Gobierno ha dispuesto para intentar salir de esta situación, incluso reprochar y protestar con energía por las causas y responsables de esta situación, pero asumiremos, “adaptándonos lo mejor posible a estos tiempos”, la parte que nos corresponde en la tarea de colaborar en la recuperación económica del país.
Así pues, el Colegio ha propuesto en sus vacantes las resultantes de ampliar el 20 % de lo autorizado oficialmente: 22 (1º de Inf.), 25 (desde 2º de Inf. a 6º de Prim), 30 (ESO) o 35 (BACH), restando las reducciones de ratio que los alumnos con NEE requieran en cada grupo. Aplicada esta normativa, NO HABRÁ MÁS AMPLIACIÓN DE RATIO en ningún curso. Lamentándolo mucho, ahí termina la espera y, también, la esperanza de algunas familias.
Otra espera es la de los alumnos de 2º de bachillerato para conseguir los objetivos que les llevarán a culminar su camino en el colegio y otra esperanza es la que depositamos los educadores en las distintas generaciones que salen de nuestros colegios: Es esa esperanza de la que les hablé a nuestros alumnos de 2º en su reciente despedida: “nuestra esperanza es que lo que se ha hecho hasta este curso haya sido bueno para vosotros y que lo que viene a partir de ahora va a ser mejor, porque si no, lo hecho hasta ahora no tendría sentido”. Fue un acto muy familiar y emotivo. Entrañable, en el que el “Espíritu de Familia” estuvo presente en todo momento.
“Cuenta conmigo”, cantaba uno de los protagonistas de la obra de teatro de 1º de Bachiller de este año. Es también un mensaje esperanzador. Esperanza en que lo que hacemos es importante para el otro. “Cuenta conmigo” o lo que es lo mismo “Dentro de mí vives tú”, lema colegial de este curso. Esa fue la propuesta de la obra de este año. No hay límite para la imaginación y el trabajo de José Antonio Milián, profesor de la asignatura, con los chicos y chicas de cada promoción de 1º de Bachillerato, que este año han desarrollado sobre el escenario un gran sueño de niños. Los alumnos de Primaria han pasado por la “maquina de los sueños” y han disfrutado “como niños”. En algunos momentos el espectáculo era más ver sus caras que lo que ocurría en el escenario. Y también como niños disfrutamos los mayores que, en cinco sesiones vivimos la realidad de eso de que “la imaginación es un don del niño…y una necesidad del hombre”. Gracias, también, al grupo de antiguos alumnos que colaboran en esta tarea, especialmente Pablo Navarro que tuvo que improvisar su actuación por enfermedad de Álvaro Santos.
Este tipo de acontecimientos colegiales nos anuncian que el curso está en su último tramo: ya están programadas y anunciadas las exhibiciones de las extraescolares, los resúmenes de las mostras de Primaria para las familias, los conciertos de fin de curso; las “salidas de Primaria” y también se van recogiendo frutos en deporte con la clasificación histórica del equipo de Fútbol Sala Senior y el logro del Campeonato de la Copa de las sénior féminas de baloncesto. Éxitos también en otras actividades, como el ajedrez, que más silenciosamente han conseguido un Primer puesto para el Colegio en el campeonato sub 12 que organiza la Escuela de Ajedrez y un 2º lugar en el sub 8. Gracias a Francisco García, Pedro Martín, Natalia Planells, Alejandro Garrigues, Javier Carreras, Iris Gimeno, Álvaro Izquierdo, Isabel Martín , Juan Antonio Martínez, Guillermo Planells, Bruno Gómez-Ferrer, Carlota Campomanes, Guillermo Cebrián, Cristina García, Carmen Rosell, Diego Tortosa, Pepe Luján. Alumnos que apuntan un futuro brillante en esta modalidad “deportiva”, que también cuidamos en el Pilar.
Espera y esperanza en el nuevo director que en los próximos años tendrá la responsabilidad de liderar el proyecto marianista del Colegio del Pilar de Valencia. La espera termina hoy porque acaba de ser designado por la Administración Provincial: D. Rafael Bueno Ballester, profesor del Colegio desde hace 20 años y que no es nuevo en las tareas de liderar proyectos, pues ha sido director de Bachillerato durante 7 años. Su nombramiento añade esperanza al futuro del Colegio. Le damos las gracias por su disponibilidad y generosidad. Rafa es garantía de trabajo, dedicación e ilusión por mejorar la educación. Lo dice alguien que ha trabajado con él, codo con codo, durante los años que hemos compartido en el Consejo de Dirección.
Por último, está sí es mi última comunicación con las familias como director desde este foro y quiero aprovecharlo para despedirme. En muchas ocasiones he hablado y alardeado del “algo más que distingue a este Colegio”. Ese “algo más” está constituido por muchas personas (alumnos, profesores, personal no docente, amigos) que han llenado mi vida durante estos 9 años y que conforman un equipaje repleto de emociones para el ciclo que comienzo, alejado de tareas directivas pero cercano a la vida educativa en el Colegio. Muchas gracias a todos, especialmente a los colaboradores más directos, de los que sólo voy a nombrar a uno para que nadie se moleste: el Ángel de la Guarda, al que he rezado cada vez que una excursión o actividad colegial con niños –que son todas- se iniciaba. Puedo decir que ¡Él ha cumplido! Yo, lo he intentado. Pido perdón a los que, sin intención, pueda haber molestado o hecho daño. Muchas gracias y sabéis que me tendréis a vuestra disposición allí donde la nueva dirección disponga como profesor del colegio hasta que me jubile, y como amigo siempre.
Un cordial saludo
1 de junio de 2012
Carlos Ferrer
Director