Y más

Medio de patatas con

O entero de longanizas con patatas. O tortilla de patatas. O medio de jamón con patatas y ketchup. O medio de carne con patatas y allioli.

Años antes de que llegaran las también famosas pizzas de la paraeta, símbolo de otras generaciones más imberbes, los antiguos del lugar recordarán el bar que atendían Pepita, Maribel y Manolo en el patio, que se situaba en lo que hoy sería la entrada al vestuario del gimnasio bajo la ‘torreta’: así es, justo detrás de una portería. Donde nadie se arrugaba a empotrar los balones de reglamento de 3 partidos simultáneos. Estuvo en funcionamiento hasta el año 1995.

Dicen que eran los mejores bocadillos de Valencia: eso o que entraban muy bien después de hacer deporte y en cada recreo que bajabas hambriento. Por dos duros más te chorreaba de ajoaceite.

Recuerdo los balonazos que te daban cuando ibas a pedir un Donut (el bar estaba detrás de una portería y al principio no había verja para separar un espacio de uno y de otro),  aquello era de película, todos levantado nuestras manos a la hora de almuerzo chillando gritando y luchando ante aquella cuadricular ventana por uno de aquellos flash de limón tan ochenteros, recuerdo ese ambientazo que había allí los sábados por la mañana pues los papis te pagaban el bocata de tortilla «con» perdieras o ganaras (si al bocata le seguía esa preposición sólo se podía referir a con ajoaceite).

Aquel era uno de los lugares mágicos del cole, un espacio que sin Pepita, Maribel y Manolo, jamás de los jamases hubiera podido acontecer de la misma forma. Allí era uno de los lugares dónde uno comenzaba a sentir el patio del cole como su casa.

Vicente B.

Manolo y Pepita, tras la barra del bar del patio


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