Ocho líneas de desarrollo educativo
Los proyectos educativos no se definen por la cantidad de actividades que se desarrollan en los centros sino por la calidad de los ideales que los mueven y que luego, efectivamente, se concretan en una secuencia de propuestas didácticas.
Nuestro colegio bebe de la tradición educativa Marianista. En esa tradición de educación cristiana encontramos las fuentes que inspiran nuestro proyecto. Eso nos hace apostar por una educación integral que nos lleva a mirar a nuestros alumnos en todas sus potencialidades de desarrollo como personas en todas sus dimensiones. El rigor académico no está reñido con la exigencia de educar a nuestros alumnos en la totalidad de su persona.
Eso nos ha llevado a concretar nuestro proyecto en ocho grandes áreas de desarrollo educativo en torno a las cuales se articulan tanto las actividades puramente académicas, como las pastorales de educación en la fe cristiana o las del ámbito extracurricular.
Comunicación
Concebir y practicar el diálogo como vía de encuentro entre personas y búsqueda común de la verdad. Construirse personalmente en diálogo, aprendiendo a exponer y argumentar las propias ideas, así como a escuchar, acoger y comprender las del otro, haciendo de este intercambio un servicio a la verdad y una revelación de sí mismo.
Ciencia y Tecnología
Entender el mundo desde las aportaciones de la ciencia y la tecnología para, en favor de la humanidad, iluminar desde la fe los avances científicos y tecnológicos, buscando la verdad con conciencia ética y anteponiendo la dignidad de la persona.
Relación con pueblos y culturas
Conocer y comprender, con espíritu crítico, las distintas culturas del mundo para entender su influencia en uno mismo y en los demás, y respetar y valorar la diversidad como una riqueza que invita a salir al encuentro del otro, de modo que le permite desarrollar una conciencia de ciudadanía global.
Dimensión artística
Asombrarse ante la belleza de la Creación divina y de las obras humanas que conforman nuestro patrimonio cultural. Aprender a expresar con belleza, y de maneras diversas, sentimientos, ideas y experiencias.
Relación con la naturaleza
Desarrollar una conciencia ecológica que facilite la sensibilidad por su entorno cercano y lejano, al servicio de la justicia y de la paz, conviviendo con la naturaleza de forma respetuosa y agradecida con Dios comprometidos con el cuidado del planeta.
Desarrollo y cuidado del cuerpo
Comprender y valorar el cuerpo, reconociendo la dignidad que le otorga ser obra de Dios y saber cuidarlo entendiendo que el bienestar físico influye en el bienestar interior y que a través del cuerpo, elegimos la manera de relacionarnos con el mundo y los demás.
Interioridad, espiritualidad y fe
Vivir desde la libertad y con sentido desde uno mismo, con una espiritualidad formada y abierta, disponiendo de hábitos y estrategias que le permiten comprender y actuar en el mundo dando prioridad a la persona y relacionarse con Dios mediante el discernimiento de su vocación.