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Ya tenemos Virgen en el patio.
Después de tres años buscándola, la hemos encontrado.
La ha encontrado, porque ha sido Luis Lonjedo el autor del diseño. A Luis  le damos las gracias por su trabajo e inspiración y porque ha sabido expresar lo que todos queríamos: una Madre vigilante y protectora que diera nuevo sentido a esta casa que es nuestro patio.
Aunque no la veíamos, la Virgen siempre ha estado presente. La Virgen y el Ángel de la Guarda, que trabajan 24 horas en todos los rincones de este colegio. El arte tiene la virtud de hacer visible lo invisible.
Ahora ya sabemos hacia donde mirar, hacia donde rezar y hacia donde agradecer.
Ahora podemos dar razón de la alegría de esta casa con sólo señalar con la mirada.
Era ésta una vieja reivindicación desde que, en su momento y debido a distintas reformas, desaparecieron la primera -de forja-, y una 2ª  -de cerámica-.
¿Hemos bendecido hoy la 3ª?
No. Porque la Virgen es única y, aunque no haya estado representada en los últimos años, nunca ha abandonado este patio.
Aunque han sido muchos los que la habéis reivindicado, le tenemos que agradecer al padre José Mª Salaverri que lanzara aquella invitación a recuperarla en la presentación de su libro sobre la Historia del Colegio. Más que una petición fue “una orden”.
En aquel mismo momento, y en nombre de todos los que compartíamos el deseo, me comprometí a hacerlo. Y aquí estamos todos, celebrando que ya tenemos Virgen en el Patio, que dará lo mismo si es la 3ª o la 2ª, la del Pilar, la Milagrosa o María Auxiliadora, la de Fátima o la de Lourdes, porque ya la llamamos con una nueva advocación mariana singular y cariñosa “La Virgen del Patio”.
¿Podríamos también añadir un par de letanias al Rosario?:
“Virgen del Patio, ruega por nosotros”
“Madre de nuestra casa, ruega por nosotros”



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